martes, 9 de febrero de 2010


Hay demasiada gente que no se da cuenta del valor que la vida tiene y de lo frágil que es. Un día tienes a alguien a tu lado que al día siguiente no está. Vienen las culpas, los arrepentimientos, lo que nunca le dije... Hay que vivir el día a día como si fuese el último, cada minuto como si no hubiese otro minuto tras él, no dejar una discusión en "mañana hablamos", no callarse las cosas buenas por verguenza u obviedad.
Lamentablemente hay gente que tiene que vivir una pérdida para descubrir el valor de la vida y el sufrimiento que supone no haber sabido vivirla.

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