lunes, 26 de abril de 2010

¿Quién no sintió alguna vez una nube negra sobre su cabeza? Les huimos a la mala suerte, a los malos amores, a las malas compañías, ¿pero, qué pasa si en realidad es esa nube, la del chubasco, lo que estamos buscando?

No hay comentarios:

Publicar un comentario